Noviembre 4 de 2024

Noviembre 4 de 2024

Carito Mendez

Ya empezó el penúltimo mes del año y han pasado tantas cosas en mi vida que ni te imaginas... Hace aproximadamente un año hice los doodles para cada uno de los meses del 2024 y curiosamente el de noviembre fue un barco de papel...

Y adivina qué… recibí este mes en el mar en unas vacaciones estupendas porque era el plan de Dios (porque en el mío no estaban) y ayer 3 de noviembre viví una de las experiencias más complejas de mi vida en un barco de verdad… ¿coincidencia?

Una de mis oraciones recurrentes es que el Señor me de la sensibilidad de verlo en todas partes, en todo lo que me pase y pues querida así fue… a pesar de la alerta por la tormenta tropical (de la cual no teníamos idea) nos vendieron un paquete turístico que incluía trayectos en katamaran por toda la bahía de Santa Marta y además nos montaron en una embarcación sin comunicación con una tripulación inexperta y como si la cosa no estuviera lo suficientemente mal en una nave defectuosa. Pero no contaban con que Jesús iba en ella y eso fue lo que nos salvó.

Para resumirte: de un momento a otro se apagó el motor muy cerca a un acantilado y la marea nos estaba llevando directamente a él y en ese instante el mar empezó a picarse de una manera en la que, te vas metiendo en la piel de los discípulos en el momento de la tormenta. Íbamos 20 turistas y 3 tripulantes entre ellos 5 niños, 4 adultos mayores y yo (que por si no te he contado tengo movilidad reducida) y un perro precioso (un golden como de 100 años y ciego), ya te imaginarás el pánico en el ambiente. Para completar el cuadro una de las turistas entró en pánico y empezó a asustar a los niños con su descontrol. En medio de todo el caos y el miedo (porque el que tú tengas fe no significa que no temas en momentos de angustia, la diferencia está en que tu alma sabe que Dios algo va a hacer y te sacará de allí) vi una lancha que pasó por nuestro lado y su nombre en la proa era ADONAY (no hay foto.. q bruta!) que significa Mi Señor y me recordó que Su Presencia está conmigo , que Él era el invitado principal de mi viaje que no me había dado un espíritu de temor sino de amor y dominio propio, sobre todo de dominio propio para ese momento porque no me podía poner a hacer escándalo como la otra chica. ADONAY estaba allí con nosotros, no había por qué temer aunque alrededor todo pintaba terrorífico.

De lejos vimos un par de patrullas de la Armada Nacional que creyeron que los estábamos saludando y no pidiendo ayuda hasta que mi sobrina de 5 años con su voz fuerte y aguda gritó AUXILIO!! Se acercaron y al ver la situación tomaron el control, pero te actualizo el escenario: mar cada vez más picado, turista descontrolada, embarcación partiéndose y una nube negra encima nuestro.

Y cómo en el Titanic uno espera los niños y las mujeres a salvo, pero nooooo, solo transbordaron a los niños y al resto nos iban a remolcar, ya te imaginarás las caritas de mis sobrinos al vernos quedar en la barca...

Iniciaron a remolcar pero las cuerdas se emplazaron a reventar y el katamarán no resistía los jalones, empezó a traquear aún más , se sentía que se desbarataba (y si! se estaba destruyendo)… optaron por un nuevo plan: todos a la patrulla!!

Y mi pasada fue complicada pero allí estaba Jesús: en la sabiduría del capitán de la armada un nombre de unos 40 y tantos con autoridad y buenas maneras, en los brazos fuertes de mi hermano y su empatía para con todos, y en la fuerza de los muchachos de la patrulla que tan amorosamente nos ayudaron. Puedo decirte que no sentí miedo, que vi a Jesús en los brazos de todos estos hombres que me cargaron, que creo fueron 3 incluyendo a mi hermano.

Luego de estar todos en la patrulla la cosa cambió, la sensación de seguridad en todos los rescatados es impresionante, nos llevaron a la marina internacional y de allí al club donde estábamos, gracias a Dios no fue más que un susto y un recordatorio de:

 que Jesus esté en tu barca no significa que el mar no se pique o que las circunstancias no se vayan a complicar (y a complicar muucho), significa que si todo va mal Él se va glorificar de maneras asombrosas.

¡No lo bajes nunca de tu barca!

Si llegaste hasta aquí ya sabes toda la historia de mi naufragio y me gustaría que tomaras un minuto para orar y agradecer la vida del capitán que comandó la operación, no tengo idea como se llama, ni siquiera se dejó tomar la foto con sus "rescatados" pero Dios le dió autoridad, firmeza y sabiduría para actuar con certeza y manejar con claridad la situación, él y su equipo fueron instrumentos del cielo en medio de todo esto, Dios usa la fortaleza y la preparación de estos oficiales de la Armada así como también la inocencia y la potencia de la voz de mi sobrina para un propósito superior.

Gracias por pasar por aquí, con amor, Carito

PD. así es como se ve una circunstancia terrorífica desde el filtro de la biblia.. esto es vida, vivir la biblia!!

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