3 conceptos claves

Hoola, no importa si eres un nuevo o un viejo cristiano, en nuestro andar con Jesús hemos oído 3 palabras recurrentes:

EGIPTO, DESIERTO Y TIERRA PROMETIDA

¿Y por qué es que se escuchan miles de veces en mensajes, devocionales y prédicas? Es simple, ese es el credo del pueblo de Israel, la base de la creencia judía. Resumen: el poderoso Dios que los libró de la esclavitud sin importar su humilde orige, los guió en el camino y a través de la obediencia les cumple su promesa.  

He visto que tendemos a malinterpretarlas o a ignorar su verdadero significado, así que la meta de hoy es profundizar en estos tres conceptos y poder llevarlos a lo práctico de tu vida.

Primero vamos con Egipto:

Egipto es ese lugar donde el pueblo de Dios, Israel, se encontraba en esclavitud.  La biblia nos cuenta que se establecen allí como un regalo en medio de una hambruna mundial, fueron un pueblo respetado hasta que a través de los siglos los líderes egipcios olvidaron los beneficios que obtuvieron de los israelitas a través de José. Los hacían trabajar horas y horas, los maltrataban y oprimían a causa de su fe y costumbres, por evitar mezclarse con los egipcios y soñaban con ser libres algún día, porque sabían que no era el lugar donde pertenecían y además tenían la certeza del pacto del Señor con su padre Abraham. Para ampliar los detalles de este novelón dirígete a Génesis 44 hasta Éxodo 14, aquí va desde que José salva a Egipto de la hambruna porque Dios estaba con él hasta el momento en que Moisés cruza el Mar Rojo con el pueblo y es libre de la esclavitud por gracia de Dios.

egipto

Ok, pero y eso que tiene que ver conmigo?


pues querid@ Egipto tiene todo que ver con nosotr@s ya que ilustra el pecado que nos mantiene sometid@s, oprimid@s, esclav@s de hábitos que no nos permiten acercarnos al Señor, es lo que nos aleja de Su voluntad y ocupa el lugar de Jesús en nuestro corazón. 

Cuando Dios nos llama a la santidad, nos está llamando a la libertad, a ser libres del pecado y a no seguir tomando decisiones erróneas, y todo por AMOR!!!

Entonces somos libres… ahora vamos al Desierto:

Parece algo negativo, porque el desierto es un lugar de escasez, de climas extremos y sufrimiento, pero si nos vamos a la Biblia, Israel es liberado de Egipto (su esclavitud) donde realmente estaban en la mala y el Señor los lleva al desierto donde son libres y Dios los prepara para que reciban la promesa.  Y es que el plan de Dios no es llevarte a un lugar tétrico para probarte, es que pases por un tiempo de preparación, geográficamente lo que separa Egipto de Canaan es el desierto, ósea si o si tenían que pasar por ahí.  Atención pasar por ahí y no quedarse allí. 

Cuando Israel llegó al desierto el Señor tuvo sumo cuidado por ellos, en el día bajo el sol, Dios los guió con una columna de nube, de una forma maravillosa los protegía, en el frío de las noches se les manifestó como una columna de fuego (éxodo 13: 21-22) así podían avanzar de día y de noche y nunca se apartó de su lado, les dió todo lo que necesitaban: comida, agua, vestido, calzado… sabías que en 40 años su ropa no se desgastó? (Deuteronomio 29:5-6) Siempre les dió lo necesario.  

En ese lugar hostil el Señor les dio La Ley, les reveló cómo tenían que vivir para que fueran felices y estuvieran en paz, les reveló también su amor y su propósito. Pero Israel no supo esperar y en un triste episodio se las dieron de inteligentes y construyeron un becerro de oro y lo adoraron, quebrantando el primer mandamiento de la ley.  (Éxodo 20:1-4, Éxodo 32)

Por eso y otras desobediencias el Señor los puso a vagar por tanto tiempo, su comportamiento e indisciplina retardó el cumplimiento del pacto.

Ya contextualizada, después de ser libre del pecado necesitamos ir a ese lugar, porque es allí donde vamos a depender de su bondad, donde lo vamos a conocer y se va a revelar a tu vida. Dios no te lleva al desierto para castigarte, al contrario, te lleva para que te enamores más de Él. Para que aprendamos dependencia total, confesemos nuestras transgresiones y entreguemos todo lo que somos.  

Si, el desierto es un momento complicado, muy complejo. Es renunciar a todos los “beneficios“ que aparentemente teníamos cuando estábamos en pecado y no le habíamos entregado nuestra vida a Jesús. Puede haber mucho sufrimiento, pérdidas y lágrimas pero ten presente 3 cosas: 

  1. Dios no quiere que te quedes allí, es solo un camino, muévete y avanza.  
  2. La obediencia es importante, entre mayor dependencia del corazón más rápido sales de allí 
  3. Dios no te abandona en ningún momento, de día y de noche te guía y te protege. Te sustenta y te provee TODO LO QUE NECESITAS. 

En ese lugar hostil el Señor les dio La Ley, les reveló cómo tenían que vivir para que fueran felices y estuvieran en paz, les reveló también su amor y su propósito. Pero Israel no supo esperar y en un triste episodio se las dieron de inteligentes y construyeron un becerro de oro y lo adoraron, quebrantando el primer mandamiento de la ley.  (Éxodo 20:1-4, Éxodo 32)

Por eso y otras desobediencias el Señor los puso a vagar por tanto tiempo, su comportamiento e indisciplina retardó el cumplimiento del pacto.

Ya contextualizada, después de ser libre del pecado necesitamos ir a ese lugar, porque es allí donde vamos a depender de su bondad, donde lo vamos a conocer y se va a revelar a tu vida. Dios no te lleva al desierto para castigarte, al contrario, te lleva para que te enamores más de Él. Para que aprendamos dependencia total, confesemos nuestras transgresiones y entreguemos todo lo que somos.  

Si, el desierto es un momento complicado, muy complejo. Es renunciar a todos los “beneficios“ que aparentemente teníamos cuando estábamos en pecado y no le habíamos entregado nuestra vida a Jesús. Puede haber mucho sufrimiento, pérdidas y lágrimas pero ten presente 3 cosas: 

  1. Dios no quiere que te quedes allí, es solo un camino, muévete y avanza.  
  2. La obediencia es importante, entre mayor dependencia del corazón más rápido sales de allí 
  3. Dios no te abandona en ningún momento, de día y de noche te guía y te protege. Te sustenta y te provee TODO LO QUE NECESITAS. 

También entendemos cómo desierto esos periodos de tiempo dónde la experimentamos pérdidas, dificultades y dolorosos cambios… si estás pasando por aquí, quiero que recuerdes que es temporal porque estás llamada a atravesarlo de Su mano y eso es lo mas lindo de todo. Además es el lugar donde ves el amor de Dios en todo su esplendor como en las columnas de nube y fuego, donde se fortalece tu carácter para llegar a la tierra de la promesa.  

¡Recuerda es un camino, no un destino!

El destino: la Tierra prometida

tierra prometida

Vamos a la Biblia de nuevo, Israel fue liberado y guiado por el desierto para llegar a la tierra donde fluye la leche y la miel y amo esa figura “donde fluye la leche y la miel” y ¿te imaginas lo que significaba eso para Israel después de pasar tanto tiempo dando vueltas en el hostil desierto? y aquí también hay 3 palabras claves:

  1. Fluir: me suena a inagotable de acceso sencillo
  2. Leche: que refresca, buena para todo, aunque no me encanta la leche, la verdad.. pero no deja de sonarme a algo puro y bueno y sobretodo abundante. 
  3. Miel: dulcecito… que además sabe rico!! (amo el dulce) 

Algo interesante para la época antigua: La leche no era solo de vaca, de hecho tomaban en su mayoría leche de ovejas y cabras. Seguramente la miel a la que se refería era a la de los dátiles ya que era más común que la de abejas. Osea que la tierra de la promesa era fertil tanto para ganado como para la agricultura.

Ahora quiero que entiendas o dimensiones la importancia de la tierra prometida para el pueblo de Israel. Y vámonos a sus inicios la época de los patriarcas, eran un pueblo pequeño y nómada, no poseían tierra ni tenían ciudades, vivían en carpas y no cultivaban, en medio de una época de conquista de territorio tenían todas las de perder. No tenían raíces geográficas, ni un puesto de mando donde protegerse ni planear un ataque.  Y la tierra desde la antigüedad ha sido muy importante para los pueblos, les da estatus y autoridad sobre otros. La tierra conquistada los consolida como nación y no como una simple raza itinerante.   Viendo ese panorama, un pueblo de origen nómada, esclavizado por siglos en tierra extraña y que vagó por el desierto sin rumbo fijo por los últimos 40 años no tenían muchas probabilidades de éxito… a menos que… tuvieran al Dios viviente a su favor!!! 

Esa es la importancia de la Tierra prometida. Es cómo un pueblo sin opciones de ganar conquista todo el territorio.  

Así que este lugar simboliza el cumplimiento del pacto, las promesas, esas que están disponibles para ti. No es solo una meta al final de tu vida, sino la seguridad de estar en medio de la voluntad de Dios. Para llegar a la tierra prometida, debes confiar y obedecer, allí ves el fruto de una vida que pone al Señor en medio de todo. Cuando llegas a la tierra prometida confirmas su amor eterno.

 Cuando logres vivir alguna promesa de Dios, te vas a dar cuenta que entregar todo lo que te pidió, valía la pena para vivir lo que Él  tiene reservado para ti.

No hay nada que valga más la pena, que confiar en su amor.

El amor de Dios me protege, me fortalece, me provee, me sostiene y es eterno.